Translate

lunes, 24 de junio de 2013

Ya sabía yo que esto de amar era un castigo.

Arrugas en el corazón. Para estas arrugas todavía no existe ninguna crema. Pues sería una buena idea ¿Os lo imagináis? "Crema rejuvenecedora para el corazón, se paga con una sonrisa". Vale, no. Quizás en un futuro.
La verdad es que me frustra estar viendo continuamente anuncios sobre cosméticos para eliminar un granito o una marca facial. ¿Tanto importa la belleza exterior cuando estás rota por dentro?
Ya sabía yo que esto de amar era un castigo, y que, al parecer, me he estado portando jodidamente mal.
A fin de cuentas, estoy yo peor que tú. No creo que te acuerdes de mí, ni siquiera al escuchar esa maldita canción. Y mientras tú piensas en ella, yo te escribo una entrada con los sentimientos a flor de piel. ¿Acaso te importa lo que haga o deje de hacer? No sé ni para qué me molesto. Qué estúpida. O bueno, qué coño, para estúpido tú, que tienes a una chica dejándose la piel (o mejor dicho, las palabras) para que le des un poco de amor y no te das ni cuenta.
Resulta que al final somos estúpidos los dos. Lo que pasa es que la que sale perdiendo soy yo, como siempre.

1 comentario:

  1. Muy profundo, Belén. Soy el chico que te comenta todas las entrada por twitter, y no voy a dejar de hacerlo. No dejes de escribir nunca, alegras la vista con tus blogs tan humanos. Por cierto, no quiero molestarte pero: soy novato en esto, me gustaría que pasases por mi blog y decirme otrodefecto.blogspot.com Sigue así, Belén.

    ResponderEliminar