Translate

viernes, 31 de mayo de 2013

Vacía.

De repente, llega un día en el que te despiertas y te sientes vacía. Ni bien, ni mal. Vacía. 
Es como cuando te saltas una de tus comidas diarias y te duele el estómago, porque sientes que te falta algo. Y es que hay veces en las que sabes qué es ese algo, pero también hay otras muchas en las que no. Y, ¿qué hay peor que echar de menos algo que no puedes conseguir?
A mí me falta él. Me falta un nombre. Una cara. Una persona. Eso es, me falta una persona a la que aún no conozco. 
Me falta una persona que me quiera como soy. Una persona a la que dedicarle canciones. Una persona que no me haga llorar. Me falta decir mi típico "siempre igual" en tono alegre. Crear la palabra "desefímero", o "inefímero", quizás. 
Me da hasta pena leer las gilipolleces que escribo. ¿Desde cuándo soy yo así? 
Cuando era pequeña, me hablaban de la adolescencia como la mejor etapa de la vida: amigos, fiestas, novios, hacer todas esas cosas que no podía hacer porque era demasiado pequeña... En fin. Sólo mentiras. 
A mí nadie me habló de los complejos. De los puñales que me iban a clavar mis queridos "amigos". De la cantidad de lágrimas que iba a derramar por culpa de cualquier anormal con ganas de otra chica más. Nadie me contó que las letras de las canciones iban a empezar a cobrar sentido. Que la gente se iba a olvidar de mí. Que iba a tener que esforzarme tanto para conseguir lo que quisiera. 
Nadie me despertó. La realidad tuvo que ocuparse de ponerme una alarma y hacerme caer en la cuenta de que éste no iba a ser mi mejor momento.

martes, 21 de mayo de 2013

Una pequeña dosis de realidad.

"Cuando me despierto, son las cuatro y cuarto, como siempre. Empecé a hacer esto a los siete años. Al principio utilizaba un despertador, pero con el tiempo me acostumbré y empecé a abrir los ojos antes de que él comenzase a sonar. Ahora ya no lo necesito. 
Simplemente, me despierto y disfruto del silencio de la noche. Después de unos minutos, vuelvo a cerrar los ojos hasta quedarme dormida y, así, tener otro sueño. Otra historia.
La verdad es que desde bien pequeña ya sabía cómo apreciar los pequeños placeres de la vida.
Siempre me he preguntado por qué podemos imaginar el sonido cuando estamos en silencio pero no el silencio cuando estamos rodeados de sonidos.
William Hazlitt dijo: "El silencio es el gran arte de la conversación". Y qué razón tenía. Si todos hubiésemos hecho caso a ese hombre, no hablaríamos ni la mitad de lo que lo hacemos.
Yo, personalmente, no soy una persona muy habladora. Prefiero limitarme a observar detalles e intervenir cuando lo considero necesario.
Es como cuando escuchas una canción atendiendo a cada uno de los detalles, desde el significado de la letra, hasta ese tímido sonido del bajo, que parecía haber sido enterrado bajo las magistrales notas de una guitarra eléctrica.
Así es como una "simple" canción se transforma en un conjunto de sentimientos que logran alzar todo el vello de tus brazos. Que recorren cada milímetro de tu cuerpo, dejando la misma sensación que deja un masaje bien dado: ni demasiado débil, ni demasiado fuerte.
Y éstas tan sólo son las reflexiones de una chica de dieciséis años. Una chica que se despierta a las cuatro de la mañana con ganas de inyectarse una pequeña dosis de realidad".  

viernes, 17 de mayo de 2013

¿Por qué censuramos palabras como "puta" y no otras como "amor"?

No sé qué es peor, si el daño que provocan los insultos o el que provoca el amor.
Dicen que de algo hay que morir, sin embargo, "muero de amor" es una frase que la mayoría de la gente interpreta como algo positivo. ¿Y Romeo? ¿Y Julieta? Ellos murieron de amor. A mí no me gustaría acabar así. No. A mí no me gustaría morir de amor.

Es una adicción. Una maldita adicción. No puedes controlarlo, sólo te engancha, como una droga. Ahí es cuando las cosas pueden ir bien, o no. Y en caso de que vayan bien, ¿cuánto durará? Prometemos muchos "para siempre", pero, ¿para qué? Si sabemos perfectamente que no va a ser más que otra promesa rota. 
Al final te cansas de romper promesas y de que te rompan a ti mismo. Y, como cualquier ser con uso de razón haría, pierdes la confianza. En todo y en todos. 

Y ahora, decidme; ¿todavía pensáis que los insultos hacen más daño que el amor?

sábado, 11 de mayo de 2013

Simplemente, me alegro de haberte conocido.

Ya han pasado muchos días, y yo no te olvido. Tampoco quiero hacerlo. Eres una de las pocas personas que consigue sacarme mis sonrisas más sinceras. ¿Cómo puede alguien querer olvidar eso? 
¿Sabes qué? No paso ni un día sin leer aquel mensaje. Siempre se me escapan un par de lágrimas, pero también es cierto que esbozo el doble de sonrisas. Francamente, ya no me importa qué tipo de relación tengamos. Sólo quiero que te quedes. Que no perdamos el contacto. Que no me falten tus abrazos. 
Y a pesar de todo, siempre estaremos el uno para el otro. Contándonos nuestras inquietudes, nuestros problemas, nuestros sentimientos más profundos. Siempre. 

Te quiero.

miércoles, 1 de mayo de 2013

"¿Quieres conocer al infierno en su forma más hermosa? Enamórate".

Algunos dicen que el amor es algo bonito. Otros dicen que es una putada. ¿Qué pienso yo? La verdad es que no lo sé. No lo tengo muy claro. Yo creo que la forma de ver el amor depende de cada uno. Depende de quién te enamores. De cómo te traten. De las decepciones que te lleves. 
Es algo bonito si esa persona te corresponde, si te trata como te mereces. En cambio, eso no suele ser lo más común. ¿Cuántas personas estarán llorando en estos instantes por culpa del amor? Que en realidad no es así. En realidad utilizamos mal esa palabra. Esa gente no está llorando por culpa del amor. Están llorando por culpa de otra persona. Porque los seres humanos somos así, siempre haciéndonos daño los unos a los otros, equivocándonos, arrepintiéndonos
Personalmente, siempre he querido ser de esas que parecen haberse dejado el corazón en casa. Esas que no sufren por otra persona. Dicen que esa sólo es la imagen que quieren dar, pero, ¿no sería genial? Al menos seríamos un poco más felices. Sin sentimientos, pero felices. Suena a contradicción, aunque es la verdad.