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martes, 21 de mayo de 2013

Una pequeña dosis de realidad.

"Cuando me despierto, son las cuatro y cuarto, como siempre. Empecé a hacer esto a los siete años. Al principio utilizaba un despertador, pero con el tiempo me acostumbré y empecé a abrir los ojos antes de que él comenzase a sonar. Ahora ya no lo necesito. 
Simplemente, me despierto y disfruto del silencio de la noche. Después de unos minutos, vuelvo a cerrar los ojos hasta quedarme dormida y, así, tener otro sueño. Otra historia.
La verdad es que desde bien pequeña ya sabía cómo apreciar los pequeños placeres de la vida.
Siempre me he preguntado por qué podemos imaginar el sonido cuando estamos en silencio pero no el silencio cuando estamos rodeados de sonidos.
William Hazlitt dijo: "El silencio es el gran arte de la conversación". Y qué razón tenía. Si todos hubiésemos hecho caso a ese hombre, no hablaríamos ni la mitad de lo que lo hacemos.
Yo, personalmente, no soy una persona muy habladora. Prefiero limitarme a observar detalles e intervenir cuando lo considero necesario.
Es como cuando escuchas una canción atendiendo a cada uno de los detalles, desde el significado de la letra, hasta ese tímido sonido del bajo, que parecía haber sido enterrado bajo las magistrales notas de una guitarra eléctrica.
Así es como una "simple" canción se transforma en un conjunto de sentimientos que logran alzar todo el vello de tus brazos. Que recorren cada milímetro de tu cuerpo, dejando la misma sensación que deja un masaje bien dado: ni demasiado débil, ni demasiado fuerte.
Y éstas tan sólo son las reflexiones de una chica de dieciséis años. Una chica que se despierta a las cuatro de la mañana con ganas de inyectarse una pequeña dosis de realidad".  

2 comentarios:

  1. Está bastante bien eh, yo habría alargado un poco más ciertas frases pero al fin y al cabo es tuyo y mola. Échale un ojo a mi blog y me dejas tu opinion, que ayuda mucho! fraseenlamanga.blogspot.com.es

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  2. Hola, Belén.

    Voy a darte mi opinión por aquí porque un twit me parece insuficiente. Me parece un buen texto, aunque a mi forma de ver, le falta... como decirlo... una estructura. Claro que esto lo digo sin saber si forma parte de un fragmento más largo. Planteas ideas buenas, esos detalles únicos que percibe la protagonista y que me parecen de lo más interesantes. Sin embargo, creo que lo podrías centrar todo en un momento más exacto, y en cierto modo, más personal. Siéntelo. Yo me imagino esas cuatro y cuarto de la madrugada, en plena noche, la chica, sola en la cama, con la mente deseosa de alcanzar esa "realidad".

    También quiero hacer un pequeño inciso en unos posesivos del final ("tus brazos", "tu cuerp"o) que los has escrito en segunda personas, y creo que quedarían mucho mejor si los pusieras en primera. Al fin y al cabo, son las sensaciones de la protagonista, ¿no?

    Por último, darte muchos ánimos y desearle lo mejor a este libro que estás escribiendo.

    Un beso.

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