Me siento en la vieja silla de madera. Por unos momentos, tengo la sensación de que se va a romper ahí mismo. Después me doy cuenta de que aquí la única rota soy yo y me río. Él me mira, como si supiera que no he terminado de hablar. Que aún no se lo he explicado todo.
-Hoy he estado con él.
-Sabes que eso no es bueno.
-¿Quién lo dice? Me siento viva cuando estamos juntos. Me siento realmente viva.
-Pero, ¿te gusta como ver una puesta de sol o como quitarte los tacones después de una noche de fiesta?
-Es... como respirar. Quiero decir que no me gusta; es una necesidad.
Me has hecho llorar. Sigue escribiendo, en serio, eres increíble.
ResponderEliminarHacía tiempo que no escribía, y con tu blog has conseguido que vuelva a hacerlo. Escribes realmente bien, Belén.
ResponderEliminarMe encanta porque es sutil y a la vez duro (raro)... me gusta también porque es real y a la vez puede ser ficticio... Me gusta, mucho.. beso
ResponderEliminar